“Te adjunto los datos de la cuenta, me envías el comprobante de pago por acá y te envío los archivos a este mismo mail cuando lo vea"
En WhatsApp se ofrecían a la venta diversos libros por un cuarto de su valor de mercado La autora del libro de uno de ellos, recibió la información de que su obra -que solo se había editado en papel- estaba a la venta por mucho menos dinero que el que costaba en las librerías. Fue entonces que la autora comunicó la situación a la editorial y allí comenzó a pergeñarse una compra del libro cuyos derechos de autor pertenecen a la editorial que los vendedores no tenían. Se contactaron al número de WhatsApp de la vendedora quien le dio las instrucciones para proceder a la compra del libro.
La vendedora le dio el correo electrónico del vendedor y le dijo que debía hacer un depósito bancario por $800: por entonces el libro costaba cerca de $3000.
“Te adjunto los datos de la cuenta, me envías el comprobante de pago por acá y te envío los archivos a este mismo mail cuando lo vea".
Según explicaron a Infobae fuentes judiciales el Banco Francés, donde la pareja tenía la cuenta a la que pedía que les transfirieran el dinero, sumó al expediente un listado con los movimientos de aquel mes de octubre de 2019. Allí se habían recibido 55 transferencias, 25 de las cuelas eran de $800 el precio al que vendían el libro Para los investigadores quedó claro que habían vendido en varias ocasiones el libro por el que se inició la causa y también otros materiales.
Los vendedores fueron procesados según los términos de dos artículos de la Ley 11.723. El 71 que señala que: “Será reprimido con la pena establecida por el artículo 172 del Código Penal, el que de cualquier manera y en cualquier forma defraude los derechos de propiedad intelectual que reconoce esta Ley”.
La autora señaló que: “Ellos vendían una copia escaneada y he tomado conocimiento que algunos colegas que la compraron bajo esta modalidad, la reenviaron a otros. Ojalá este procesamiento sirva para que quienes han realizado o realizan lo mismo, dejen de hacerlo; no sólo los que venden sino también los que compran, con el fin de reconocer, valorar y proteger los inmensos esfuerzos que implican escribir un libro y publicar una obra que tiene el noble objetivo de mejorar las prácticas profesionales”.
¿Qué opinás de cómo actuó la justicia?
Opino que la nota no tiene ni pies ni cabeza y es poco creíble. En primer término ni las grandes editoriales pueden contra la piratería, y en segundo término el banco francés para poder dar un listado de movimientos bancarios tiene que tener orden de un juez, cosa que para este tipo de "pavadas" no se prestan, y lo digo con conocimiento de causa por un par de amigos jueces con los cuales he charlado estos temas. Consideran que no hay ley firme sobre estas temáticas y patean los juicios y los cajonean porque no les interesa. Imagínense que ante estafas de lavado de dinero los tribunales demoran eternidad ¡miren si por un oar de libros fotocopiados el tribunal se…